La tipografía es uno de los elementos más importantes en el proceso del diseño editorial impreso o digital. Su elección se basa en varios parámetros: como sus rasgos estéticos, el tipo de publicación, el público al que va dirigida la publicación, el formato, la estructura, entre otros. Estos elementos se encuentran dentro de un mensaje visual, por lo que la forma como los diseñemos y empleemos en un producto gráfico se considera una parte fundamental para transmitir o comunicar eficazmente determinada información.
La comunicación visual comprende todo aquello externo que ve el individuo. Por lo cual, B. Munari la divide a su vez en dos clases: casual e intencional. La comunicación casual es aquella que se interpreta libremente y existe de manera natural y la comunicación intencional es aquella que fue generada con un significado concreto para que el público pueda interpretar el mensaje de una forma determinada. La parte fundamental del diseño es la manera como se va transmitir el mensaje, para lo cual los estudios de Munari dividen el mensaje en dos partes: la información que lleva el mensaje y el soporte visual. El soporte visual son aquellos elementos visuales que se deben usar en conjunto y con mayor coherencia para la transmisión del mensaje como son la textura, la forma, la estructura, el módulo y el movimiento.
La comunicación visual en el diseño –ya sea impreso o digital– se sitúa en el ámbito de una comunicación intencional. Puesto que los componentes empleados en el soporte visual para generar un mensaje están fundamentados en el público al que va dirigido y en el tipo de publicación que se desea crear, por lo que a partir de dichos fundamentos se elegirán la tipografía, la maquetación, las imágenes empleadas, los colores, entre otros elementos visuales que se pueden utilizar.
Por lo tanto, la elección de una determinada tipografía para una publicación se basa en la personalidad que se desea transmitir al lector (a partir de sus rasgos estéticos), dado que dichos rasgos apoyan el estilo de la publicación. Las características estéticas de la tipografía se pueden analizar por las siguientes características: textura, estructura, módulo y movimiento.
- La textura de una tipografía puede ser de origen orgánica o geométrica.
- La estructura es la variación del espacio en que está constituida, como el ancho y el alto de los rasgos.
- El módulo es la unidad en que se encuentra circunscrita y su repetición conforma toda la estructura.
- El movimiento se determina por la variedad de sus trazos, pueden ser estáticos o dinámicos.
De acuerdo con lo anterior, he seleccionado algunos ejemplos de publicaciones que solamente utilizan la tipografía como parte fundamental de su diseño. Por lo que su personalidad y proyección en la publicación son fundamentales para el mensaje que transmiten:
- ESCANER CULTURAL (Revista cultural de arte contemporáneo y nuevas tendencias)
- we love typography (proyectos)
- Andrej Waldegg. Grafik Inc. (proyectos)
- {non} TYPE (proyectos)
- Francesco Mugnai (trabajos)
- Niels Fyrst (trabajos)
- Bembos’zoo (tipografía lúdica)