El título, Historias para no ir a la cama de Edgar Chías compuesto por tres obras de teatro: De insomnio y media noche, Nacido de un muslo y Ternura suite, presenta en sus líneas una canon diferente, textos realizados para escenas conscientes de sus convencionalismos y de su propia teatralidad.
Los personajes de Edgar Chías dialogan, sí, pero también narran, se narran a sí mismos, y más allá: narran cómo deberá ser la escena. Personajes que, si bien con la consciencia de ser personajes, no por ello son unidimensionales y panfletarios; son complejos en toda la extensión de la palabra. No tratan de abarcar la totalidad de la vida humana, son fragmentos, y se asumen como tales, pero fragmentos de un rompecabezas donde hay piezas perdidas a propósito para exponer los retazos de realidad e irrealidad.
De estas obras, dice Maricarmen Torroella: Edgar Chías aborda problemas fundamentales de las sociedades contemporáneas, como la dominación masculina, la desigualdad social y el deseo del hombre contemporáneo de la eternidad, lo que haría pensar que la obra del autor es dura o doctrinaria. En Historias para no ir a la cama, Los personajes dialogan, pero también narran, exponen retazos de realidad e irrealidad.